Breve historia del monumento a Cristo Rey.


Luego de la conquista de los españoles al Imperio Azteca vino la conquista espiritual, fueron primero los Franciscanos y después los Dominicos quienes se encargarían de ella. Hubo la necesidad de ir implementando, cambiando, transformando, adecuando las tradiciones de los antiguos mexicanos para darles el revestimiento de la nueva religión impuesta por los invasores y sucedió que, esta conquista espiritual prosperó de tal modo que, en la segunda década del siglo XX desde México salía una tradición para el mundo: el culto a Cristo Rey. La bula del papa Pío XI Quas Primas decretó esta festividad para ser celebrada en la Iglesia universal, esto sucedió el 11 de diciembre de 1925. El México Católico generaba de este modo una segunda fiesta par todo el mundo, una, establecida por la tradición de las apariciones de Guadalupe y fijada el 12 de diciembre, la otra, la Realeza de Cristo, se estableció para el domingo anterior al primer de Adviento, marcando con esto la conclusión del año litúrgico.


Para entender un poco mejor la historia del Cristo de la Montaña, como popularmente se le denomina al monumento a Cristo Rey de Silao, debemos saber que cuando se instaló, la división municipal del Estado de Guanajuato no era la misma que la actual pues detrás del cerro del Cubilete estaba la Municipalidad de La Luz la cual se erigió en 1846 y dejó de existir en 1928. En la fotografía vemos la colina, en las faldas del Cubilete en donde se levantó el primer monumento. Eran los tiempos en que la Revolución apenas había concluido, y el gobierno no veía con buenos ojos la organización que la Iglesia Católica tenía en México, el enfrentamiento era claro y directo.



"Un ejemplo de ello fue la iniciativa de Emeterio Valverde Téllez -quien entonces era obispo de León que consistía en crear un santuario en la cima del cerro del Cubilete, elección que por cierto no era fortuita, improvisada o ingenua, ya que a este punto se le consideraba como el centro geográfico de la República Mexicana. El mensaje que se pretendía emitir era que en el corazón (el centro) de México, se encontraba Cristo¨. (1) En esta fotografía vemos el monumento ya concluido, al fondo se ve el pico del Cubilete, quizá la toma se hizo cuando la bendición del 11 de abril de 1921.


"En la diócesis de León, que comprendía entre otras parroquias la del Mineral de la Luz, surgió el propósito de unir a los católicos para incrementar su fe y patentizarla de manera objetiva; todo ello inspiró al sacerdote español Eleuterio Ferrer y al Obispo de León Monseñor Emeterio Valverde y Téllez, la idea de erigir un monumento en la cima del cerro del Cubilete, centro geográfico de la República Mexicana, desde el cual se domina gran parte del Bajío (Silao, León, Celaya, Salamanca, etc.). El proyecto del monumento consistía en una escultura de cantera que representaba a Cristo, que sería colocada en una explanada próxima a la cima del Cubilete, dentro de cuyos límites municipales estaba entonces comprendido (se refiere a Mineral de La Luz). El 11 de abril de 1920, fue consagrado el lugar donde se quería levantar el monumento por el Obispo de León, quien ofició una misa en el explanada mencionada. Desde la víspera había entusiasmo; se celebraron varios actos regligiosos y peregrinaciones de los files de las parroquias vecinas... algunas personas viajaron a pie, otras a caballo o en burro".



"Estas actividades religiosas no eran bien visas por el Gobierno, como se pudo comprobar con la expulsión del delegado apostólico Monseñor Ernesto E. Filipi, por haber colocado la primera piedra del monumento el 11 de enero de 1923. A partir de esa fecha, quedó el lugar como símbolo de la Cristiandad Americana. (...) En realidad, la Asociación Anticlerical Mexicana, como instrumento de la de Zárraga, fue la que protestó y solicitó dicha expulsión que fue respaldada por el presidente Álvaro Obregón. Se le pudo demostrar que no había habido tal violación, puesto que el lugar donde se ofició la misa, la cima del Cubilete, era propiedad particular del Lic. José Natividad Macías, quien lo donó para que allí se construyera el monumento". (2)


Fue así como, en plena persecución religiosa, o lo que conocemos como Guerra Cristera, el monumento a Cristo Rey se ideó y se realizó, esto entre 1920 y 1927, mientas que la guerra estalló en 1926 bajo el lema, precisamente de: ¡Viva Cristo Rey! En esta foto cuya fecha desconozco, vemos la feria ya instalada y notamos dos mantas con la leyenda de Viva Cristo Rey. El lema se había ya popularizado.


Y sucedió que, el 30 de enero de 1928 el monumento fue dinamitado y este fue el reporte: "Hoy a las cinco de la tarde fue dinamitada la primera estatua y monumento de Cristo Rey en la montaña de su nombre. Desde los campos labrantíos se vio la polvareda de las bombas que colocaron al pie del monumento. Siendo presidente de la República Emilio Portes Gil, Gobernador del Estado Agustín Arroyo Ch y Obispo de León el Illmo. Sr. Valverde Téllez. Después del atentado se hallaron intactas la cabeza y el corazón". (3) Aquí cabe mencionar que esta referencia tiene una ligera discrepancia, ya que, si fue el 30 de enero de 1928, el que estaba en el cargo de Presidente de la República era Plutarco Elías Calles, cuyo periodo concluyó hasta el 30 de noviembre de ese mismo año. Dice también que las bombas fueron colocadas al pie, pero se ha dicho que estas fueron tiradas desde un pequeño avión piloteado por Emilio Carranza. ¿Cuál es la verdad?


Siempre me ha parecido curioso que en mucha de las poblaciones del Estado de Guanajuato existan calles que llevan el nombre de Emilio Carranza, esto debido a que, siendo Guanajuato un estado en donde el Catolicismo está muy arraigado se le rinda homenaje a la persona que tiró la bomba que, en cierto modo fue el detonante de la parte más sangrienta de la Guerra Cristera. No dudo de la importancia de Carranza en la historia de la aviación en México, ya que se le consideró como el Lindenbergh mexicano por sus azañas al volar cuando la aviación en nuestro país era más bien incipiente.


Y esto fue lo único que quedó del monumento original, la cabeza y el corazón, los cuales se exhiben actualmente en el museo localizado en la explanada del Santuario de Cristo Rey en el cerro del Cubilete.


Este fue un proyecto que nunca se realizo, hay quien lo considera como el "segundo monumento a Cristo Rey", pero solo quedó en proyecto. Se solicitó la autorización para su construcción el 25 de abril de 1920, al poco tiempo de haberse consagrado la explanada del Santuario. Para el 10 de octubre del mismo año fue aprobada su construcción y colocada la primera piedra el 11 de enero de 1923, luego fue prohibido; quizá debido al recrudecimiento de las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia.


En esta fotografía a la que se le agregó el dibujo de lo que sería el monumento a Cristo Rey, cuando se pensó, por primera vez de colocarlo allí, vemos como era que lucía el cerro en ese entonces. Aquí la proporción es notoria, si el monumento actual mide 20 metros, más unos 15 del propio Santuario, al verlo desde la distancia se ve pequeño. Si se hubiera construido algo como en esta ilustración, sería su altura de al menos 150 metros.


La década de los treinta fue una especie de "calma chicha" entre el Gobierno y la Iglesia en México. Para noviembre de 1938 se decide construir un tercer monumento a Cristo Rey, ya no en el Cubilete, sino en la ciudad de León, dentro de la Catedral en donde se dedicó un capilla. Aquí vemos otra discrepancia, si bien mínima, ya que según las notas tomadas del libro Tabor Mexicano fue entre noviembre y diciembre del 38 cuando se hizo la obra dentro de la Catedral, pero, según datos de una entrevista con el director del archivo histórico de León, Carlos Arturo Navarro, publicado en el periódico AM el 21 de julio de 2010, fue el 11 de enero de 1938 que se consagró la capilla por el Obispo Valverde Téllez.


La escultura fue realizada por Adolfo Ponzanelli, de la afamada familia de escultores y marmolistas italianos avecindados en México y que, en pleno porfiriato, llegaron a nuestro país con las técnicas escultóricas que los diseños de vanguardia requerían; mide 3.12 metros de altura y es conocida como el Cristo Blanco. En la fotografía vemos a don Adolfo en plena obra. Vendría luego un cuarto proyecto para la estatua de Cristo Rey, este fue encargado a José Ascensión Betancourt y Montes de Oca, el cual se encuentra actualmente en San Luis de la Paz, Guanajuato.


Más de un año y medio fue necesario invertir para que la escultura fuera terminada, las piezas fueron enviadas al Cubilete, pero la Cabeza hizo un recorrido de tres meses por distintas partes del país. Dice el director del Archivo Histórico de León que fue el 4 de octubre de 1950 cuando llegó la monumental cabeza a esa ciudad, luego sería enviada a la montaña en donde sería armada y el proyecto en su fase inicial concluido.


Armado ya el monumento se consagró el recinto el 11 de diciembre de 1950. Al poco tiempo se convertiría en uno de los destinos de peregrinaciones más importantes de México, luego de la Basílica de Guadalupe, la Basílica de la Virgen de San Juan de los Lagos, el Santuario del Santo Señor de Chalma y el del Santo Niño de Atocha, solo por mencionar algunos.


Esta fue la cabeza que hizo el recorrido por varias ciudades del país en los últimos meses de 1950, su peso es de 3 toneladas y hay algo que me llama la atención. El monumento no es sólido, es decir, está hecho de bronce, pero hueco en su interior, no se si totalmente hueco o solo en algunas partes, como quiera, como lo podemos apreciar en la siguiente fotografía, la parte de la cabeza si está hueca.


Y se dice que hay una capilla en el interior de la estatua, a la cual no se tiene permitido el acceso y eso lo podemos comprobar en la fotografía que tomé en una de las paredes que rodean al santuario, en donde hay explicaciones de cómo y cuándo fueron construidos los distintos monumentos. Por último será bueno anotar que las fotografías que estas viendo en este artículo las tomé tanto de los carteles explicativos que hay en el Santuario, como en el museo anexo.


Fuentes:


1.- Tapia R-Esparza, Francisco Javier. Los festejos del primer centenario de la consumación de la Independencia, nuevo impulso para el catolicismo social. Tzintzun. Revista de estudios histórcios. Número 52, julio-diciembre 2010. Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo.


2.- Jáuregui de Cervantes, Aurora. El Mineral de la Luz, Guanajuato. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1996.

3.- Junto a la cabeza y corazón del monumento original, que se exhibe a un costado del Santurario, hay una copia del reporte que se notificó sobre la explosión. De allí tomé estos datos.