"Yo le salvé la vida a mi hija y ella me la salvó a mi": Lianna Rebolledo




Oct 17, 2015
Por: Antonio Gutiérrez Trejo / Yo Influyo
Fuente: http://www.juntospormexico.org.mx/

Pese a vivir en la adversidad desde su infancia y posteriormente sufrir el momento más terrible de su existencia apenas en los albores de su adolescencia, Lianna Rebolledo es un claro ejemplo de que cuando prevalece el amor y el perdón, la vida puede tomar un giro totalmente distinto, si ante todo uno mantiene la fe, la esperanza y el amor a Dios.

Lianna participó hoy en el Primer Encuentro “Juntos por México”, en donde compartió el testimonio que le cambió la vida, tras haber sido golpeada y ultrajada a los 12 años de edad por dos extraños en la ciudad de Los Ángeles, California.
Ella nació y vivió hasta antes de la adolescencia en México, al amparo de una madre que constantemente era golpeada por su esposo alcohólico. Vivía con dos hermanos (un varón apenas un año menor que ella) y una chica más pequeña que no podía caminar.
Su madre emigró al vecino país del norte en busca de mejores oportunidades para sus hijos y un par de años regresó por ellos. Lianna fue la primera en cruzar ilegalmente a frontera para establecerse con su madre en Los Ángeles, en donde fue ultrajada.

Apenas había cumplido los 12 años de edad cuando en la calle fue abordada por dos sujetos que viajaban en un automóvil. La subieron a la fuerza, la golpearon y violaron. “Llegó un momento de tanta impotencia que dejé de creer en Dios, hasta que quedé inconsciente y desperté en una ambulancia. Me habían destruido el alma, el autoestima”.
A partir de ese momento, recuerda que ya no quería vivir, por lo que ingirió muchos antidepresivos. “Me llevaron al hospital para un lavado de estómago y entonces el médico me dijo que tenía 13 semanas de embarazo. Mi confusión fue mayor. El médico me dijo que no me preocupara, que la ley me protegía y que podría abortar para no recordar a mis violadores. Yo dije: ¿entonces con el aborto voy a quedar desviolada? De cualquier manera el doctor me dijo que si decidía tener al bebé, iba a ser un embarazo muy riesgoso. Me hicieron un ultrasonido y escuché los latidos del bebé y entonces desistí de abortar, porque se trataba de una vida que me iba a acompañar por siempre. Esa bebita fue el motor de mi vida. Se merecía una mejor calidad de vida que la mía”.

Visiblemente emocionada, Lianna compartió al auditorio que cuando su pequeña tenía 4 años de edad le escribió una cartita en la que le daba las gracias por haberle dado la vida, “pero la realidad fue que ella me la había dado a mí”.
No obstante el amor por su hija, Lianna recordó que aún tenía mucho resentimiento por lo que había vivido en la adolescencia, lo que le generó problemas de anorexia y constantes pesadillas por aquel trágico momento.
“Hasta que un día acudí a una fundación de ayuda a madres solteras, donde me acercaron a Dios. Un sacerdote me dijo que lo primero que debía hacer era pedir perdón. Fue así como conocí el amor a la Virgen, a Dios”.
Hoy, a poco más de dos décadas de distancia, Lianna está convencida que vale la pena luchar por un ser humanos, pues su hija ha sido su motor y el mayor propósito de su vida.
“Mi hija tiene 24 años, ya se graduó de la universidad y hoy no cambiaría nada si volviera a vivir lo que viví, porque mi hija es lo mejor que ha pasado en la vida”.

Es así como Lianna se ha convertido en una mujer muy activa en la promoción de la defensa de la vida, aunque sigue sin entender cómo se logró la despenalización del aborto en la Ciudad de México, donde día a día se pierden muchas vidas.
Ella entiende, por ejemplo, que el aborto en los Estados Unidos obedece a una agenda política, pero le resulta absurdo que en nuestro país, donde no es permitida la pena de muerte, si se promueva el aborto, que no es otra cosa que la sentencia a muerte de un ser indefenso.

“En México ni una vida está de más, nadie sobra”, afirmó con vehemencia, tras precisar que Dios está cerca de nosotros en todos los momentos de nuestras vidas, por muy terribles que estos sean.
“Mi hija no es el fruto de una violación, es el fruto de mi amor por ella”, remató Lianna, quien vive en la ciudad de Los Ángeles, donde se graduó como licenciada en Comunicación, y trabaja activamente instituciones de asistencia a jóvenes, además de dar conferencias sobre la importancia de fomentar valores en la sociedad.