Otorga el Card. Rivera Carrera Indulgencia Plenaria por el Bicentenario de la Catedral Metropolitana



Los fieles católicos que visiten la Catedral Metropolitana de México en el Distrito Federal del 15 de julio al 28 de noviembre de 2013, podrán obtener la indulgencia plenaria siguiendo las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa.

La concesión de este don, también aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, se dio conocer a través de una Carta Pastoral del Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, en el marco de la celebración del jubileo por el bicentenario de la terminación de la Catedral Metropolitana de México.

Según señala el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), esta gracia estará vigente desde el jueves 15 de agosto al mediodía en el inicio los festejos del jubileo en la Misa de solemnidad de la Asunción de Virgen María, patrona de la Catedral Metropolitana.

Ese día se abrirá la Puerta Santa y se entonará el Te Deum.

Los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria hasta el jueves 28 de noviembre del presente año, fecha que concluye la celebración de los 200 años del jubileo por la Catedral.

Esta gracia estará vigente desde el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María a los cielos, patrona de la Catedral Metropolitana, cuando dé inicio la celebración del Jubileo, con la apertura del la Puerta Santa, la celebración solemne de la Eucaristía, y el himno del Te Deum.

Los fieles que a partir de esa fecha y, hasta el día 28 de noviembre del presente año -cuando dará fin a la celebración del Bicentenario- visiten la Catedral, podrán ganar la indulgencia plenaria de las penas temporales por los propios pecados concedida por la misericordia de Dios, y aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos.

Quienes deseen obtener esta gracia, deberán acudir al sagrado recinto verdaderamente arrepentidos, debidamente confesados y habiendo comulgado sacramentalmente, además de elevar sus oraciones según las intenciones del Santo Padre


LOS SIGNOS RELIGIOSOS DEL JUBILEO


De acuerdo con la Carta Pastoral del arzobispo de México, hay cuatro signos distintivos en este Jubileo: “La apertura de la Puerta Santa, la celebración solemne de la Eucaristía y el himno del Te Deum”, así como el otorgamiento de la indulgencia plenaria.

La Puerta Santa es un simbolismo que está presente en catedrales y basílicas, y que en el caso de la Catedral de México se refiere a la puerta central, que ordinariamente permanece cerrada.

La última vez que se abrió la Puerta Santa, y permaneció así para los fieles, fue en el año 2000, en el Jubileo de la Encarnación, decretado por el beato Juan Pablo II. Los jubileos se realizan cada 25 años, es decir, faltan 12 años para el siguiente.

Posteriormente, la Puerta Santa de la Catedral de México fue abierta para recibir los restos mortales del cardenal Ernesto Corripio Ahumada, el 10 de abril de 2008, y también en 2011, cuando España compartió con México algunas reliquias de Juan de Palafox, arzobispo y virrey de Nueva España, tras su beatificación en la ciudad de Osma, de modo que la puerta jubilar se abrió, exclusivamente, para recibir los restos de Palafox.

Pero no basta con cruzar la Puerta Santa para alcanzar las gracias que concede la Iglesia en estas ocasiones. Es necesario acercarse a la Eucaristía, para lo cual, el fiel debe recurrir, previamente, al sacramento de la penitencia o reconciliación, es decir, se debe arrepentir de sus pecados y confesarse. La otra condición es que el penitente rece por las intenciones del Papa.

En su Carta Pastoral, el cardenal Rivera Carrera señaló que “las puertas de esta santa Iglesia Catedral son la comunicación de lo divino con lo humano; es una continuidad de la belleza de la fe celebrada en la sagrada liturgia”.

El tercer signo visible en el documento es la entonación del himno del Te Deum, alabanzas embellecidas a través de la música y que han abordado artistas de todos los tiempos, entre ellos Haendel, Haydn, Mozart, Berlioz, Dvořák o Anton Bruckner; en México, destacados compositores escribieron algunos de ellos para ceremonias especiales.

Te Deum, literalmente, significa “A ti, Dios”, y estos himnos se usaban desde los primeros años de la Iglesia en Roma.

La última ocasión en la que se entonó el Te Deum en la Catedral de México fue en la misa celebrada en presencia de las reliquias del beato Juan de Palafox, primer gobernante en México en alcanzar la gloria de los altares.

Finalmente, el cuarto siglo es la Indulgencia Plenaria, que en términos teológicos se traduce en la condonación total de las penas de purgatorio, hasta el momento de recibir dicha gracia.