Cristo Rey del Cerro del Cubilete

Cristo Rey en el Corazón de México (Historia del Cerro del Cubilete)
Miércoles, 29 de febrero de 2012 11:00 hrs
Carlos Villa Roiz



Entre las propuestas que se presentaron al Papa Benedicto XVI por parte de la Conferencia del Episcopado Mexicano, para que fueran la sede de su próxima visita pastoral a nuestro país, el Pontífice se sintió atraído por el monumento a Cristo Rey, que se encuentra en Silao, Guanajuato, y más allá de lo que representa esta gigantesca escultura, se esconde una historia por lo demás simbólica.

A inicios del siglo XX, el Cerro del Cubilete, en Silao, Guanajuato, era propiedad de una familia sinaloense apellidada Macías que donó el predio para que se construyera en la cima un monumento a Cristo Rey.

Desde el primer momento, el Episcopado Mexicano apoyó el proyecto y sólo pidió que fuera votivo, es decir, que reflejara un voto o promesa, porque el 11 de junio de 1914, todos los obispos habían consagrado México a Cristo Rey y habían hecho la promesa de construir un santuario nacional.

México fue el primer país del mundo en donde multitudes de fieles hicieron este tipo de consagración a Cristo Rey, pues antes, sólo existía la devoción al Sagrado Corazón de Jesús que oficialmente data de 1675, y cuya principal promotora fue santa y vidente francesa Margarita Alacoque.

El primer monumento a Cristo Rey se edificó de 9 metros de alto y su costo fue de 5 mil pesos; lo financiaron los propios habitantes de Silao, bajo la guía del Obispo de León, Emeterio Valverde Téllez.

Los trabajos duraron del 12 de marzo al 9 de abril de 1920 y el santuario atrajo tantas peregrinaciones que decidieron cambiar de sitio al Cristo hacia lo que hoy es la Ermita Expiatoria, para dejar el puesto más alto del cerro a un monumento mayor.

El segundo monumento fue proyectado por el Ing. Luis G. Murguía y la primera piedra la bendijo el Delegado Apostólico Ernesto E. Filippi ante 80 mil personas, el 11 de enero de 1923, pero cuando el diplomático bajó del cerro fue apresado y expulsado del país junto con varios obispos a causa de la persecución religiosa. El 30 de agosto, Álvaro Obregón prohibió definitivamente la construcción del Monumento.

Un año después, para conmemorar la colocación de la primera piedra del segundo monumento, millones de mexicanos celebraron en todo el país la “Primera Hora Santa Nacional” y desde entonces, este evento se realiza cada año, a excepción de 1927, 1928 y 1929, que fueron los años más turbulentos de la Guerra Cristera.

En 1925, el Papa Pío XI, inspirado en el fervor Mexicano creó la fiesta de Cristo Rey para la Iglesia Universal y la destinó para el último domingo de octubre, pero a partir de 1971 la celebración cambió al último domingo del año litúrgico, en noviembre, antes del Adviento.

El 30 de enero de 1928, a las 16:00 horas, el primer monumento fue dinamitado por orden del gobierno, pero la cabeza y el corazón de la imagen quedaron intactos y se conservan en el museo de sitio.

Luego, el prestigiado escultor Ponzanelli , talló en mármol un tercer monumento a Cristo Rey que fue colocado en un pasillo de la Catedral de León, Guanajuato y se bendijo el 11 de enero de 1938. Fue reconocido como Monumento Votivo y Nacional.

La devoción popular, sin embargo, deseaba que la imagen de Cristo estuviera en lo más alto de la montaña, así que el padre José Ascensión Betancourt y Montes de Oca edificó a escondidas otro monumento. La obra se hizo del 6 de marzo al 11 de abril de 1942. A este lo llamó el Monumento de las Nubes. Posteriormente, este fue trasladado a San Luis de la Paz, Guanajuato.

El Cristo de la Montaña

El quinto monumento a Cristo Rey, que es el actual, fue hecho con bronce y diseñado en 1942 por el Arq. Nicolás Mariscal y Piña. La escultura es del regiomontano Fidias Elizondo. El presidente Ávila Camacho dio permiso de que se construyera, por mediación del Arzobispo José Garibi Rivera, quien se convertiría en el primer cardenal mexicano en 1958. La primera piedra se colocó el 11 de diciembre de 1944 y para 1946, el molde en yeso ya estaba listo y comenzó la fundición.

La cabeza del Cristo, de tres toneladas de peso, estuvo lista el 16 de agosto de 1950 y durante tres meses fue llevada en peregrinación por varias ciudades del país. Después, fue bendecida en nombre del Papa Pío XII, el 11 de diciembre de 1950. La escultura, en total, pesa 80 toneladas y mide 20 metros de altura. Está sostenida por ocho columnas que representan a las provincias eclesiásticas existentes en ese tiempo: México, Michoacán (Morelia), Guadalajara, Oaxaca, Durango, Monterrey, Puebla y Yucatán.

En el interior de la monumental escultura, justo en el corazón, se encuentra una pequeña capilla donde eventualmente se realizan misas.

Otros monumentos a Cristo Rey

Después de este monumento, se hicieron otros más en varias partes del mundo: Río de Janeiro, Brasil, en cemento armado. Mide 35 metros de altura y se construyó 5 años después que el de México, en 1925. Recientemente ha sido declarado como una de las Nuevas Maravillas del Mundo y en fechas recientes, su imagen ha sido incluida como un elemento simbólico de la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

En 1937, esquimales católicos levantaron otro en una isla del Mar de Bering; se trata de una imagen de bronce en tamaño natural. En 1940, hubo uno más en El Paso, Texas, en la línea divisoria entre México y los Estados Unidos. La imagen fue esculpida sobre una cruz. Mide 32 pies y mira hacia México.

En la Bahía de Génova, Italia, en enero de 1955 se edificó otra escultura y los pescadores la colocaron a 17 metros de profundidad. Mide tres metros de altura.

En Portugal, está uno de los monumentos a Cristo Rey más grandes del mundo, con 85 metros, incluyendo el pedestal, pero la imagen del Cristo mide 28 metros y puede ser visto a 20 kilómetros de distancia. Es un símbolo nacional a la Paz, que resultó de una promesa hecha por los portugueses, para que su país no fuese obligado a intervenir en la Segunda Guerra Mundial. Aunque el proyecto data de 1934, fue inaugurado el 17 de mayo de 1959, día de Pentecostés.

En los poblados de Calli y Ocaña, en Colombia, también hay monumentos a Cristo Rey. En Ocaña, en el antiguo Cerro de la Horca donde luce una magnífica escultura de bronce que fue fundida por la empresa Barberi en 1932. Se inauguró en 1935.

Carlos Villa Roiz:
Periodista
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LEÓN, 26 Ene. 12 / 08:01 am (ACI/EWTN Noticias).- 

El sacerdote Jaime Ramírez López del Santuario de Cristo Rey en el Cerro del Cubilete, contó algunos aspectos de la historia y la espiritualidad de este lugar ubicado en el corazón de México, a casi dos meses de la llegada del Papa Benedicto XVI programada para el 23 de marzo.

En entrevista concedida a ACI Prensa, el P. Ramírez explicó la importancia de que el Santo Padre llegue a León, un lugar profundamente católico marcado por el testimonio de muchos mártires en el Cerro del Cubilete durante la persecución religiosa.

El sacerdote recordó que el primer monumento al Sagrado Corazón se construyó en 1920, para pedirle al Señor por la paz en México, "un deseo que tenían los obispos desde 1914".

En enero de 1923, relató el presbítero, se colocó la primera piedra para el segundo monumento al Sagrado Corazón que finalmente "no se pudo realizar porque fueron tiempos de la persecución religiosa. El 30 de enero de 1928 las fuerzas del gobierno dinamitaron el primer monumento que se construyó y el segundo proyecto ya no re realizó".

En 1942, "con las cosas más calmadas, se manda a construir un monumento al Sagrado Corazón de Jesús llamado Monumento de las Nubes. Así se empieza a plasmar la idea de un santuario a Cristo Rey promovido por el entonces Obispo de León, Mons. Emelterio Valverde y el Episcopado".

La primera piedra del Santuario se colocó el 11 de diciembre de 1944. El proyecto de la imagen de Cristo Rey lo hizo el escultor Fideas Elizondo y la construcción del santuario estuvo a cargo de los arquitectos Mariscal y Piña y Carlos Ituart.

El P. Jaime Ramírez detalló luego que la imagen de Cristo Rey pesa alrededor de 300 toneladas, mide 20 metros de alto y "tiene un sentido teológico. Están los ángeles sosteniendo la corona real y la corona de espinas, que precisamente nos hablan de esa realeza de Cristo, que es el camino del martirio para llegar a reconocerlo como rey y Señor del universo".

Al interior del monumento, a la altura "del corazón, está un altar donde se puede celebrar la Misa. Pocas veces se ha celebrado allí, solo en ocasiones muy importantes".

El sacerdote contó a ACI Prensa que dos elementos importantes del Santuario son el altar y una custodia monumental para el Santísimo que está hecha con piedras preciosas, mide un metro y medio de alto y fue consagrada el 6 de septiembre de 1960.

Por ser muy pesada (casi media tonelada) y por lo complicado de su acceso, tiene "un mecanismo propio de un ascensor".

Para el presbítero, este Santuario no es "un lugar turístico, sino un lugar de culto, oración y encuentro con Dios. Es un lugar para abrir el alma y dejar que Dios nos hable".

Tras comentar que en el Santuario hay adoración perpetua del Santísimo Sacramento, el P. Ramírez dijo que entre los eventos más importantes de este lugar está la Marcha Anual Juvenil con jóvenes de todo México y diversas peregrinaciones por la fiesta de Cristo Rey.

Para el P. Ramírez "tiene un sentido espiritual muy profundo el que se haya escogido esta zona en torno a Cristo Rey, creo que ese es uno de los elementos de la visita del Papa. Seguramente nos hablará sobre la necesidad de seguir fomentando la misión".

Ante el desánimo de las personas, dijo, esta visita papal "es una oportunidad que Dios nos brinda, para nosotros abrir nuestro corazón, fortalecer nuestra fe y retomar nuestra identidad de discípulos misioneros".

"¡Y qué mejor que buscar ese encuentro con Dios, en Jesús que nos recibe con los brazos abiertos (como la imagen de Cristo Rey), para que nosotros emprendamos ese camino de salvación!", concluyó.