El altar del Perdón en la Catedral Mexicana
CIUDAD DE MÉXICO, 13 Feb. 16 / 04:40 pm (ACI/EWTN Noticias).- A su llegada a la Catedral
Metropolitana de México y previo a la reunión con los obispos, el Papa Francisco permaneció unos minutos recogido en oración ante el Altar del perdón, ubicado al interior de la misma.
El altar es uno de los retablos del arquitecto y escultor español Jerónimo de Balbás, y destaca por tener en el centro una pintura de Nuestra Señora de las Nieves, llamada también Virgen del Perdón.
Precisamente el nombre del altar fue tomado por su ubicación, ya que la puerta principal es denominada “Puerta del perdón”. Este título fue recibido porque a través de ella ingresaban los que habían sido juzgados por el Santo Oficio para reconciliarse con la Iglesia. En todas las catedrales españolas, por ejemplo, existe una puerta con el mismo nombre.
El altar actual se construyó entre 1725 y 1732, y se dedicó el 19 de junio de 1737. Este posee un estilo barroco estípite y está cubierto en toda su estructura con pan de oro. Además, lo adornan tres pinturas.
La primera es una pintura al óleo con una Santa Faz ubicada sobre la mesa del altar, cubriendo el tabernáculo. La segunda es la pintura que representa a la Virgen María con el Niño, en el centro del altar. Y la tercera es un cuadro que representa a San Sebastián ubicado en la parte alta.
La estructura está compuesta de un primer cuerpo formado por cuatro estípites y un segundo en forma de remate semicircular con medallones con santos en relieve.
Representan a San Cayetano, San Felipe de Neri, San Apolonio, San Dativo, San Saturnino, San Leandro, San Valentino, San Cándido, San Delfino y Ananías. Existen además en el mismo retablo ocho esculturas que representan a San Rodrigo, San Félix, San Pedro Arbués y San Zenón; además, San Lorenzo, San Esteban, San Juan Nepomuceno y San Cayetano.
El 17 de enero de 1967 un incendio ocasionado por un cortocircuito en la sacristía del Altar del perdón destruyó algunas de sus obras. Los trabajos de restauración estuvieron a cargo del arquitecto y escultor Miguel Ángel Soto Rodríguez y algunos de sus hijos. Para 1974 la obra quedó concluida.