CIUDAD DEL VATICANO.
La “Madre Teresa (de Calcuta) amaba mucho a México y por eso estableció 15 casas de su congregación en ese país”, aseguró Brian Kolodiejchuck, postulador (abogado) del proceso eclesiástico para la canonización de la religiosa.
Un proceso que concluirá mañana con la declaración de la religiosa como santa de la Iglesia católica.
Kolodiejchuck, también superior de los Padres Misioneros de la Caridad, condujo buena parte de los trámites para llevar a la Madre Teresa al honor de los altares desde la ciudad de Tijuana, Baja California, donde reside desde hace unos 20 años.
“Recuerdo una vez en Tijuana cuando fuimos a conocer una zona muy pobre y a ella le impresionó un hombre pobre que le dijo: ‘Madre Teresa, no queremos la ayuda material, queremos escuchar la palabra de Dios’. Eso la impresionó tanto que ese mismo día empezó una nueva fundación. Era 1992”, contó el clérigo.
Kolodiejchuck aseguró que la religiosa “amaba mucho a México”, por eso empezó su trabajo en la capital mexicana hasta fundar 15 casas en el país, cinco de ellas en Tijuana.
“Ella amaba a María y cada vez que fue a la Ciudad de México visitó la Basílica de Guadalupe. Su mensaje es parecido al de Guadalupe, ambos se centran en el amor materno, tierno. El decir: ‘no te preocupes, aquí estoy yo’. Es lo que la madre siempre quiso decir a los pobres”, agregó.
Nacida el 26 de agosto de 1910 en Skopje (entonces Macedonia, hoy Albania), Agnes Gonxha Bojaxhiu cambió su nombre al emprender una vida religiosa que la llevó hasta los barrios más difíciles de Calcuta, en India.
Por esa labor ganó el premio Nobel de la Paz en 1979, y su familia religiosa, iniciada con la congregación de las Hermanas de la Caridad, se extendió a más de 120 países. Falleció el 5 de septiembre de 1997.
Según Kolodiejchuck, la Madre Teresa es una de las mujeres católicas que más incidencia tuvo en el mundo durante el siglo pasado y, aunque reconoció que existieron santos muy importantes, aseguró que pocos tuvieron tanto eco como ella, incluso fuera de la Iglesia.
POR SISTEMA INFORMATIVO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO
4 SEPTIEMBRE, 2018
A dos años de la canonización de la Madre Teresa, su legado continúa en más 130 países, entre ellos México.
Roberto Alcántara Flores
Se escucha música, proviene de la sala de fisioterapia donde una joven con parálisis cerebral juega y se divierte con su terapeuta. Otras 17 chicas –también con discapacidad–, ríen, gritan y se emocionan con la música.
En tanto, en el resto de la casa hogar Paz y Alegría –el primer centro que la Madre Teresa de Calcuta estableció en México–, nueve religiosas, trabajadores, voluntarios y 14 formandas cumplen sus labores, como son preparar de comer a los huéspedes, lavar ropa, dar medicinas, curar heridas. Todo sigue el principio de su fundadora: “amar hasta que duela”.
Los vecinos de este inmueble, ubicado en Santa Fe, Ciudad de México, se han acostumbrado a ver las grandes paredes blancas con franjas azules que lo resguardan, pero pocos saben que es sólo una de las 15 casas activas que su congregación, las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, tienen en el país.
En 1975, durante la primera de seis visitas a México, la ahora santa vio en los tiraderos de basura del poniente de la ciudad la oportunidad de “servir a los pobres viviendo entre ellos”, como decía, por lo que un año después su congregación llegó a México.
Un hogar para niños y adultos mayores
La santa de origen albanés todo lo hacía por Cristo. Durante su homilía, en la Misa de canonización en 2015, el Papa Francisco dijo: “Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada”.
Parte de este legado se encuentra en Santa Fe. En una de las habitaciones, las cunas parecen interminables, aunque actualmente sólo seis están ocupadas. Algunos de los niños que duermen en ellas fueron abandonados en los hospitales o en las calles por sufrir alguna enfermedad como parálisis cerebral, hidrocefalia o Síndrome de Down. Otros fueron entregados por sus propias madres para ser dados en adopción.
La casa hogar alberga también a 35 adultas mayores, en su mayoría con afectaciones físicas y psicológicas. La atención espiritual es fundamental para ellas: el domingo participan en la Misa y algunas hacen parte del coro; con las ‘abuelitas’ se reza el Santo Rosario y se tiene una Hora Santa.
La casa hogar también cuenta con un cuarto de fisioterapia y un comedor. Además de un patio con jardín y juegos en el que las ancianas, los niños y las jóvenes pasean, toman el sol, platican y leen.
Una de las frases más famosas de la Madre Teresa refiriéndose a la niñez fue “no los maten, dénmelos, yo los cuido”, que se recuerda en esta casa ubicada en la esquina de Magnolias y Hermenegildo Galeana, producto del amor que la santa sentía por México y de su preocupación por la humanidad.
Madre Teresa de Calcuta y México
En 1975 la Madre Teresa de Calcuta hace su primera visita a México como miembro de la delegación de la Santa Sede a la Conferencia del Año Internacional de la Mujer que se celebró en la Ciudad de México entre el 19 junio y el 2 de julio. Se movilizaba en la ciudad como cualquier otra persona, acompañada de un grupo de hermanas de su Orden.
Las Hijas de la Madre Teresa de Calcuta llegaron a México en abril de 1976. La primera comunidad fue creada en la colonia popular El Bejero de Santa Fe, Distrito Federal.
Atiende a más de 120 personas, en su mayoría niñas y niños que sufren diversas enfermedades y que fueron abandonados por sus padres.
Paralelamente se desarrollaba el Congreso para la Juventud.
Por la tarde, Madre Teresa acudió a la Plaza de Toros Caletilla, para la realización de un festival popular, organizado por la Dirección de Turismo Municipal.
Durante la cena la religiosa comentó a los asistentes que le preocupaba mucho que el deseo de salvar a las ballenas y las tortugas fuese mayor a la voluntad para solucionar los problemas de la juventud. Este comentario sirvió de iniciativa a un grupo de jóvenes de las universidades Anáhuac, Panamericana e Iberoamericana para fundar la organización Gente Nueva enfocada en la promoción de valores
A pesar de que los organizadores de los Congresos prepararon su estancia en una espléndida habitación del Hotel Las Brisas, declinó el ofrecimiento y se hospedó en el área que ocupaban entonces las Religiosas Franciscanas de San José, quienes atendían la cocina del Seminario del Buen Pastor de Acapulco.
El 19 de enero de 1985, la Madre Teresa de Calcuta inaugura en la colonia La Manga, de Villahermosa, Tabasco, un asilo para ancianos y desprotegidos.
Viaja en compañía de la familia Camil que le ofrece llevarla en su avión privado a Tijuana, en donde iba a inaugurar un centro para albergar a niños pobres. Fue un viaje accidentado, Issabela Camil tenía 16 años en ese momento, recuerda emocionada: En pleno vuelo el avión empezó a sacudirse por una inesperada tormenta eléctrica. “La madre Teresa nos pidió tomarnos de las manos y ponernos a rezar, y la tormenta pasó... todos vimos por la ventana asombrados y encontramos un arco iris hermoso en el cielo”
El 8 de julio de 1986 estuvo de paso en Mérida, Yucatán, rumbo a La Habana adonde viajo en un Boeing 727-200 de Mexicana de Aviación.
El 30 de mayo de 1988 Madre Teresa de Calcuta visita Tijuana, recorrió en auto algunos de los lugares más apartados para sorpresa de sus habitantes de poder verla en persona, entre ellos: la Casa de las Hermanas de la Caridad en la colonia Postal, Camino Verde, la Iglesia de Guadalupe en La Mesa, (donde ni los fieles ni el padre que oficiaba misa se dieron cuenta que estuvo la Madre Teresa orando por espacio de 15 minutos), el Fraccionamiento Sánchez Taboada y entró en una capilla donde se estaban preparando para hacer la primera comunión. Repartió tibicos entre la población más necesitada (hongos altamente nutritivos que además ayudan a mejorar enfermedades gastrointestinales)
El miércoles 1 de junio participó en un acto en la Plaza Monumental de Playas de Tijuana junto a más de 20 mil personas que se reunieron para orar junto a ella.
En diciembre de 1991 realiza una segunda visita a Tijuana. Estando en México se enferma de neumonía.
Es internada el 26 de diciembre en el hospital La Jolla de San Diego, California, siendo dada de alta el 15 de enero de 1992.
En sus diferentes visitas estuvo en Ciudad México, Veracruz, Tijuana, Tampico, Tabasco, Yucatán y otras ciudades siempre brindando amor y ayuda a los más necesitados.
Reliquias de la Madre Teresa de Calcuta en México
En 2010 con motivo del centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta, llegan a Chihuahua custodiadas por el sacerdote de origen italiano, Ángelo Scolozzi, del Centro Madre Teresa de Calcuta una colección de 140 piezas relacionadas con la religiosa que formaron parte de la exposición “Amar hasta que duela”, en el Museo Casa Chihuahua.
Se exhibieron fotos, manuscritos y reliquias de la Beata: artículos de uso personal, un rosario que le fue obsequiado por el papa Juan Pablo II, un Relicario con parte de su cabello, tarjeta con una porción de su "Sari", pétalos de una guirnalda de flores que las Misioneras de la Caridad le pusieron a la Madre Teresa como parte de su preparación Funeraria y el listón que fue un reconocimiento por parte del gobierno de la India, entre otros.
Según la sinopsis con la que viajaban estos objetos, una parte de ellos la Madre Teresa los llevó puestos durante todo su homenaje fúnebre incluyendo la celebración de la Santa Misa de Difuntos. Momentos antes de la sepultura las misioneras de la Caridad los retiraron.
La exposición tuvo lugar desde el viernes 27 de agosto hasta el 15 de enero 2011.
Asistieron más de 30 mil personas.
Las reliquias visitaron otras ciudades, entre ellas, Ciudad Juárez, Guanajuato, Querétaro y Puebla